Alex es de los “nuestros” de ese tipo de pilotos que creyó por sus anhelos incluso cuando no se veía venir ni la llanta de un kart.
La pasión que tiene Alex la conocemos muy bien, porque fue la misma que tuvimos al iniciar nuestra jornada en el deporte. Tiene un gran interés por conocer la teoría y por mejorar su rendimiento.
Creemos personalmente que Dios premia esos brincos de fe que nos atrevemos a dar al perseguir eso que hace latir nuestros corazones fuertemente.